miércoles, 3 de febrero de 2016

Balance luego de un año.. y dos años.

Mi bebé, la tercera de mis hijas, cumplió un año hace 10 días, es decir hace un año que dejé de trabajar, y recientemente me preguntaron si me arrepentía de eso. Mi respuesta fue categórica: para nada! Este ha sido un año lindo, poder haber estado al lado de mi bebe día a día y verla crecer ha sido maravilloso. Empezar otra vez con pañales y biberones después de seis años (los que tenía mi segunda hija cuando nació la bebé) no fue un problema. Es más, me encantó!!. Fue un rememorar los tiempos de bebé de mis hijas mayores y recordar esas cosas de bebé tan tiernas como chanchitos, gorjeos, gestos, pucheritos, carcajaditas, ese olorcito tan rico de bebé, esa placidez y paz que se siente cuando ves a tu bebé dormir, etc, etc, que se me habían olvidado por completo.

DOS AÑOS DESPUES...
Han pasado ya dos años y no me parece. No se cómo pasó todo tan rápido! Mi hijita empezó el nido con un año y cinco meses de edad, y se adaptó muy bien. Luego que empezó el nido yo tenía más tiempo para mi y empecé a pensar en ocupar ese tiempo. De hecho hice algunos trabajos eventuales pero nada de forma permanente. Pero cuando los ahorros que tenía para sobrellevar el tiempo de desempleada empezaron a enflaquecer me empecé a poner un poco nerviosa. Hace unos días le pregunté a mi hijita mayor que le parecería que yo volviera a trabajar como antes, a tiempo completo fuera de casa, y sus ojitos se entristecieron! Me dijo que por favor no, que ella recordaba cómo era antes de triste el no tenerme en la casa todo el día, y que para ella los sábados y domingos en ese entonces eran los días más felices de la semana porque podía tomar desayuno y almorzar con su mami. Gulp! Otra vez me hija me sacaba de cuadro. La verdad, yo tampoco me veo trabajando de nuevo en un horario de oficina lejos de mis niñas. Las he gozado tanto este tiempo que no quisiera separarme de ellas otra vez. Las he recogido del colegio, las he llevado a clases después del cole, las he llevado a fiestecitas de cumpleaños, a citas médicas, etc. ¡Qué difícil es renunciar a todo eso! Creo que este es el momento cuando muchas mamás como yo, que se ven ante la encrucijada de tener que trabajar pero a la vez quieren quedarse con sus pequeños en casa, se hacen la pregunta: "¿y si pongo un negocio?", "¿y si formo una pequeña empresa?", "¿cómo generar ingresos desde casa?". Bueno, en esas estoy, pensando y pensando qué hacer.

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