jueves, 24 de marzo de 2016

¿Hora de dejar el pañal?

Siempre escuché, y también leí en algún lugar, que hay que respetar los tiempos de los niños en lo que concierne a su desarrollo, y que en lo que respecta al control de esfínteres, lo mejor era no presionar! Que los bebés empiezan a tener control de esfínteres recién a los dos años, entonces que antes de esa edad, lo mejor era relajarnos.
Pañales - Portriplepartida.blogspot.pe

Cuando mi hija mayor cumplió dos años, salí de viaje con mi esposo por unos días y la dejé al cuidado de mis papás. Cuando regresé a casa encontré a mi gorda sin pañal!! Que sorpresa!!! Los abuelitos habían tomado la iniciativa y le enseñaron a contenerse y usar la bacinica, y ella captó el asunto muy fácilmente. Debo confesar que me sentí un poquitín desilusionada, porque había pensado encargarme yo de esa tarea de enseñarle a dejar el pañal a mi hasta entonces única hijita. Pero por otra parte, me sentía contenta, aliviada, y hasta orgullosa de que lo hubiera conseguido tan pronto.

Dos meses después, sin embargo, retrocedió y empezó a mojarse otra vez. Había nacido su hermanita. Era de esperarse, les pasa a todos los niños pequeños cuando les nace un hermano. Como yo tenía mucho trabajo con la bebé recién nacida, por comodidad, no se me ocurrió otra cosa que empezar a ponerle pañal de nuevo a mi niña mayor. Pero su profesora del nido se dio cuenta y me dijo que no podía retroceder, que así mi hija tuviera mil accidentes, no le volviera a poner pañal nunca más. Que cuando se quita el pañal, nunca más se vuelve a poner. Y así lo hice. Para mi suerte, mi pequeña no demoró mucho en dejar de mojarse.

Con la segunda de mis hijas fue también muy fácil. Como ella cumplía dos años en julio, en pleno invierno, esperé algunos meses hasta que hiciera calor para empezar el entrenamiento.Viendo a su hermana mayor, de entonces cuatro años, usar el baño, obviamente ella iba a querer hacer igual. Entonces, por imitación fue un proceso fácil y rápido.

Pero, otra ha sido la historia con la última de mis hijas. Ella, siendo la tercera, con seis años de diferencia con respecto de su hermana del medio, tiene impreso en su ADN "soy una bebé", y "quiero seguir siendo la bebé", y por supuesto que nunca le incomodó usar pañal. Ella era feliz usándolo.

Para mi benjamina, el proceso de dejar de ser bebé creo que ha sido algo difícil para ella. Primero fue el destete al año de edad, luego el biberón, al año y medio aproximadamente, y después el chupón, a los dos años con tres meses. El pañal se había convertido entonces en su último reducto, al que se aferraba con todas sus fuerzas.

Nunca se molestó en avisar si quería hacer pila o caca. En el mejor de los casos, nos avisaba que ya había hecho caca en su pañal, pero de hacerlo en el bacín, nada. Un día le dije: "ya tienes que dejar el pañal" y me respondió "No!", "Tienes que avisar" - "No"... "No quieres usar calzoncito ya?" - "No".

Su mensaje fue clarísimo.

Como la motivación verbal no había dado resultado, ensayé otra táctica. Encontré en H&M unos calzoncitos lindos de colores pastel con fotos impresas de gatitos, corderitos, conejitos, patitos. Cuando se los mostré, hice la gran fiesta: "Mira ¡qué lindos calzoncitos te he comprado! Este tiene un gatitoooo!!! y este un conejito lindooooo! Y este un patito precioso!! Ella estaba emocionada, quiso probárselos todos! Pero... uno sobre otro!! Me hizo ponerle cinco calzones a la vez!! Algo me dijo en ese instante que eso todavía no significaba adiós al pañal. Pero no me preocupaba, teníamos todo el verano para lograrlo.

Por supuesto que tuvo muchos accidentes después, mientras almorzaba, mientras jugaba. Un día se me hizo la pila encima cuando estaba sentada en mis rodillas mientras veíamos la televisión!
A veces con tantos accidentes perdía las esperanzas de lograr algo en el corto plazo, pero digamos a mediano plazo, la meta era que iniciara el nuevo año de nido en marzo sin usar pañal.

Parecía que le tenía tirria al bacín, ni bien la hacíamos sentarse ahí, solo duraba dos segundos y se paraba de inmediato. También noté que cuando sentía las ganas de hacer caca, le entraba miedo a hacerla en el bacín y luchaba por pararse. Esto para mí era nuevo la verdad. Por esos días de verano alternábamos, días con pañal y días con calzón. Cuando teníamos días complicados en que no podíamos supervisar todo el tiempo que usara el bacín, le poníamos pañal, o cuando salíamos a la calle.

Hasta que un día logramos que hiciera al menos la pila en el bacín, pero no porque nos avisara que tenía ganas de ir al baño, sino porque su nana, la sentaba ahí cada cierto tiempo, después de las comidas, a media mañana, a media tarde, vigilando que no se hiciera en el calzoncito. El día que por fin hizo pila en el bacín exclamó feliz: "Agua!, Agua!". Debo decir que para entonces todavía no hablaba mucho, aún no sabía decir pila, así que para ella era su "agua".

Y otro día, cuando noté que ella sentía deseos de hacer caca, la puse en el bacín y no la dejé pararse hasta que terminara la tarea. Cuando terminó y se levantó, vio su hazaña con una mezcla de incredulidad y orgullo. "¡Bravoooo!!", la felicité. Botamos la caca al inodoro, y le dijimos "Chau caca!", y hasta le hizo adiós con la mano. Ese día rompimos el hechizo, el miedo al bacín. Desde entonces le gusta sentarse ahí por largo rato a la espera de que la caca haga su aparición, y mientras tanto, hojea algún cuento.

El 7 de marzo, mi gorda inició clases en su nido con dos años y cinco meses de edad, y la gran mayoría de sus compañeros de aproximadamente la misma edad, también ya habían dejado el pañal. ¡Qué bueno por todos! Misión cumplida!!!.

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