El primer día en casa después de nacer, el primer baño, el primer corte de pelo, el primer alimento sólido, la primera fiesta infantil a la que lo llevas, su primera Navidad, su primer cumpleaños, sus primeros pasos, su primer Halloween, su primer día en la playa, su primera ida al cine, su primer día de jardín o nido, su primer día de colegio, y un largo etcétera.
Y si por A o B motivos, te perdiste una de estas ocasiones, o te falló la cámara, o el celular se te quedó sin batería, horror! La falta de "LA" foto te dejará frustrada o molesta, o triste, claro dependiendo de cuán amante u obsesionada por la fotografía seas.
Porque hay personas a las que tomar fotos no les hace ni fú ni fá, y menos les gusta posar para ellas. Ejemplo, mi esposo. Ni siquiera cuando nos vamos de viaje hace el menor esfuerzo por registrar a la familia en fotografías, así que toda la responsabilidad recae en mis manos, y yo feliz, porque me encanta tomar fotos y sobretodo a mis hijas.
El problema está cuando la familia no te apoya! Y ya me ha pasado varias veces. "Okay, miren a la cámara!, sonrisas! chiiiiiis!... "Pero, sonrían!", "Ay mamá, ya, tomaaa!, apúrate! "Pero no están mirando!!", "Ya me cansé mamá!!", "Pero es que cuando tú miras, tu hermana no mira!!". "Otra vez, ahora si, mireeen!", "Nooo, agarren a su hermanita, que se va!!". Un despelote.
De un tiempo a esta parte, pareciera que yo soy la única de los cinco interesada en fotos. Ni la mayor de mis hijas, que siempre fue la más colaboradora, ahora quiere dejarse tomar fotos. Será la pubertad o qué se yo, pero ya no quiere! Y cuando era chiquita era posera como ella sola, no tenía que rogarle que pose para mí, lo hacía de buena gana y ensayando sus mejores sonrisas.
La segunda de mis hijas siempre fue antifotos. Desde bebé, era súper difícil que mirara a la cámara, tenía que sobornarla con galletitas o cualquier golosina para que posara para mí. Ahora sigue igual, posa de mala gana, apenas sonríe. Ah, pero cuando es ella la que tiene la cámara en las manos, ¡cómo goza tomando fotos!.
Y la tercera niña me salió igual que la segunda. Ella ni siquiera posa de mala gana, simplemente se me escapa cuando quiero tomarle una foto!. Qué envidia ver esas fotos de bebés sonriéndole a la cámara felices, o niños rebosantes de alegría en lindas escenas familiares.
Como toda mamá, desde que nacieron mis hijas he tomado cientos de cientos de fotos de ellas, tantas que siguen acumuladas en tarjetas de cámara, en USBs o en CDs, o en la memoria de la computadora. Sacar impresiones de las fotos, qué flojera! La última vez que imprimí fotos fue hace casi dos años, cuando imprimí los tres primeros meses de la menor, y resultó un paquetón de fotos, de no menos de 300.
Y así pasarás tu vida de mamá persiguiendo a tus hijos para tomarles fotos, especialmente en aquellos momentos que serán sus "primeras veces", cuando ellos alcanzan un nuevo hito de su desarrollo. Aquí una lista de las siete primeras veces más emocionantes de tu bebé que no querrás perderte. Ten preparada la cámara o el smartphone!.
1. La primera sonrisa.- No ésa que muestran todos los recién nacidos cuando duermen, sino la primera vez que tu bebé te mira a los ojos y te sonríe. Esta es imposible de registrar en foto, porque te agarra por sorpresa. Lo que pasará es que te sonreirá por un instante, y luego volverá a su seriedad de siempre, y quizás pasen algunos días hasta que te vuelva a sonreir. Es porque recién está aprendiendo a sonreir y manejar los músculos de su carita.
La primera sonrisa ocurre alrededor del mes de edad. Es un momento mágico porque por primera vez tu bebé hace conexión contigo al mirarte directamente a los ojos y sonreirte. Es como un "hola mamá", después de haber sido solo una criaturita que se pasaba mucho tiempo durmiendo y que cuando estaba despierta no fijaba la mirada en nada. Y para tí esa sonrisa es la gloria. "Mi hijo me reconoce!". La verdad es que te reconocía desde que nació pero es ahora que puede expresarlo.
Yo recuerdo con mucha claridad cuando mis tres hijas me sonrieron por primera vez. La mayor lo hizo a los 30 días de nacida, la segunda cuando tenía unos 23 días, y la última a la semana que nació. Yo estaba saliendo del consultorio del pediatra con ella en brazos, cuando la miré y ví que me miraba a los ojos y sonreía. Yo me quedé pasmada. "Me sonrió!!!", le dije a la enfermera que me despedía en la puerta, y ella me miró sin decir nada con ojos condescendientes como diciendo: "No señora, está alucinando".
2. El primer baño.- Qué mamá no ha registrado en fotos y en vídeo el primer baño de su bebé. Se le baña por primera vez después que ha caído el ombliguito, más o menos entre los 10 y 15 días después de su nacimiento. Por supuesto que tengo fotos de la ocasión con mis tres hijas, pero con la última de ellas, el evento no resultó muy agradable que digamos, porque no le gustó el agua y casi lloró todo el tiempo que duró el baño.
3. Su primera "comida".- La primera vez que tu bebé prueba un alimento sólido - que suele ser una papilla de plátano de la isla - es un momento muy gracioso por las caras y muecas que hará al probar un nuevo sabor. Y es un evento que puedes programar. ¡Imperdible! La mayor de mi hijas hizo una mueca de desagrado con el primer bocado, pero después empezó a comer normal. La segunda no hizo ningún gesto, le encantó comer algo nuevo que no fuera leche!. Y la tercera sí que fue muy graciosa, porque se la pasó haciendo muecas de desagrado con cada cucharada de papilla.
4. El primer diente que le brota.- Ocurre alrededor de los seis meses y el que sale primero es uno de los dientecitos inferiores del centro. Cuando lo descubres, se ve como una rayita blanca en la encía. Ahora sacar una foto del bebé mostrando su nuevo diente puede ser difícil, pero si tienes un bebé reilón, y encima posero, es pan comido.
5. La primera vez que se para agarrado de algo.- Generalmente ocurre en la cuna. Lo verás haciendo todos los esfuerzos para pararse agarrado de la baranda. Lo intentará una y otra vez hasta lograrlo dándote una extraordinaria muestra de perseverancia y esfuerzo.
6. La primera vez que gatea.- Puede ocurrir a los siete u ocho meses o después. Empezará gateando lentamente, pero una vez que domine la acción, lo hará muy rápidamente, y si tiene un hermanito mayor, lo podrás ver "corriendo" a gatas detrás de él a una velocidad que nunca imaginaste!. Es lo que pasó con mi segunda hija. Con 9 o 10 meses perseguía gateando a su hermana de casi tres años por todas partes. Era una bala!
7. La primera vez que camina.- Este es el momento esperado por todas las madres y padres! Los primeros pasos de nuestro bebé despiertan muchísima emoción. Algunos bebés caminan antes de cumplir un año, y otros hasta algunos meses después. En mi caso, mis dos hijas mayores llegaron a su primer cumpleaños ya caminando, pero la menor demoró hasta casi los 13 meses. Cuando finalmente se decidió a caminar fue literalmente un show, parecía que había preparado el momento para sorprendernos, porque se lanzó con una caminata de por lo menos 10 o 15 pasos seguidos y sin caerse.
Estábamos mis hijas mayores y yo en su dormitorio. Eran las siete de la noche y yo estaba revisándoles las tareas del colegio. La pequeñita estaba en el baño del dormitorio, curioseando en los cajones. Hasta ese momento ella se movilizaba gateando o de pie agarrándose de sillas, mesas pequeñas, o de las paredes. De pronto, escuché pasitos, yo alcé la mirada y la ví parada en la puerta del baño. Ella nos miró sonriente, y salió caminando. Con pasitos cortos, medidos y controlados caminó los metros que nos separaban de ella y vino hasta nosotras con una mirada y sonrisa enorme de orgullo, que nunca se me olvidarán!!.
¡Qué momento! Llamé a gritos a mi esposo, agarré mi teléfono celular, y le pedí a mi hija mayor que llevara a su hermanita al baño nuevamente para que volviera a hacer la caminata. Y lo volvió a hacer tal cual, en medio de la algarabía de sus hermanas, su papá y yo! Y yo pude tener el vídeo de sus primeros pasitos!!
Lo curioso de mi gorda es que nos sorprendió con una caminada que parecía ensayada. Los primeros pasos de mis hijas mayores fueron diferentes. Recuerdo haberles tomado fotos y filmado en el jardín mientras daban uno, dos pasitos, y plum!, al suelo. Se levantaban, luego otro pasito, otro más, y plum!, al suelo otra vez.
La chiquitina en cambió demoró para caminar pero cuando lo hizo parecía haber dominado el movimiento y no se cayó más. Los días siguientes a esa primera caminada yo me la pasaba con miedo porque la veía muy suelta caminando por todas partes, y temía que se confiara, se cayera y se diera un buen golpe, pero felizmente no ocurrió.
Acá les dejo el vídeo de la primera caminada de mi bebé. Cada vez que lo veo, vuelvo a vivir la emoción de ese día!.
Caminando sola por primera vez
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