sábado, 5 de agosto de 2017

¿Es más difícil ser mamá hoy en día?

Hace unos días, conversando con mamás amigas del salón del nido de mi peque, llegamos a una conclusión, ser mamá hoy en día es más difícil de lo que fue para nuestras madres. Y ¿por qué? Porque en temas de educación y disciplina, nuestros padres solo tenían que sacar la correa, o amenazarnos con una buena tunda, para que nos convirtiéramos en los niños más obedientes del mundo.

mamaehija - portriplepartida.blogspot.com

Actualmente, en cambio, las mamás nos desesperamos con hijos que no obedecen, que no escuchan las órdenes que se les dan, que son desordenados, que no hacen las tareas por sí mismos, y que son extremadamente impacientes, todo lo quieren para ayer, y que nos vuelven locas con sus pedidos.

Entre la gente de nuestra generación, se oye decir: "Mi padre nos hacía obedecer solo con la mirada!" "Una sola mirada, y yo ya sabía lo que tenía que hacer". ¿Como hacían nuestros padres para teledirigirnos con los ojos? Pues sabíamos que nuestros padres no se andaban con rodeos, y que si no obedecías, te caía el golpe, o el castigo, por ejemplo irte a la cama sin cenar.

Hoy todo eso es cosa del pasado. El Internet está lleno de páginas donde encuentras "tips" para actuar frente a los berrinches de tu hijo, o vídeos que pretenden enseñarte en "x" cantidad de pasos cómo manejar las pataletas de tus críos. Por ejemplo, hace unos días me topé con un vídeo que te mostraba los 5 pasos de cómo actuar ante un berrinche.

Uno, tomar aire, decía, respirar, calmarte, Dos, analizar qué le puede estar pasando a tu hijo, ¿tiene hambre? ¿tiene sueño?, y después los pasos 3, 4 y 5. Unas décadas atrás, los padres no tenían contemplación alguna ante un berrinche, y de frente te llevaban a la ducha y te soltaban el agua fría encima! Santo remedio! Ni más uno volvía a hacer una pataleta.

O sino, un solo correazo, una sola nalgada, y el niño estaba curado de berrinches y los padres no sentían remordimientos, sino la convicción de que estaban haciendo bien y formando a sus hijos.

Hoy a las madres y padres nos remuerde la conciencia si se nos escapó un grito, o si jaloneamos a nuestro hijo cuando se portó mal y perdimos la paciencia. Nos da terror generarle un trauma, reprimirlo, inhibirlo, volverlo inseguro.

En los hogares de antaño reinaba el autoritarismo paterno. Se daba órdenes a los niños sin necesidad de dar explicaciones y teníamos que acatarlas, y si tenías ganas de reclamar y preguntar por qué?, la respuesta era PORQUE LO DIGO YO, Y PUNTO!

Hoy les damos órdenes a nuestros hijos y nos salen con cada cosa! quejas, reclamos, críticas "qué mala eres!" o chantajes emocionales "ya no te voy a querer" o "mi papá es más bueno".

Los psicólogos nos aconsejan explicarles todo a nuestros hijos, explicarles el por qué de cada orden que se les da, y entender cada etapa de desarrollo en la que se encuentran. Si tiene 18 meses, no sabe hablar bien, no sabe expresarse aún por eso manifiesta su enojo gritando o mordiendo, es un bebé. Si es un niño de 2 o 3 años, nos dicen aún no sabe manejar sus emociones, su enojo, su ira, por eso las pataletas, tienes que ser paciente, y si es un púber de 11, 12 años, nos dicen está en una etapa de cambios hormonales, que ni ellos mismos se entienden, compréndelo, no pelees con él, empatiza con tu hijo.

Con tantas instrucciones que recibimos las madres y padres hoy en día, me pregunto si eso ha hecho que se sienta como una tarea titánica el educar a los hijos, y que muchos terminen tirando la toalla y simplemente adoptando una postura de dejar hacer. Si el niño está pegando a sus compañeritos en el jardín, decimos "es solo un bebé", si hace alboroto y medio en el restaurante, "los niños son así, traviesos", y si es un púber que está haciendo bullying a otros, "son cosas de chicos".

En suma, actualmente para educar a nuestros hijos debemos hacerlo con pinzas, y en ese sentido, sí, parece que educar hoy en día es para las mamás más complicado que décadas atrás.

Nota aclaratoria: Con este post no pretendo defender los castigos físicos, solo se trata de hacer una comparación entre los estilos de crianza de dos distintas épocas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario