miércoles, 16 de agosto de 2017

Etapas de la infancia: Cuál es la más fácil para las madres

Si eres una mamá primeriza agobiada con el desgaste que te significa el cuidar a tu bebé recién nacido las 24 horas del día, seguro estarás preguntándote cuándo las cosas se pondrán más llevaderas y fáciles, cuando podrás tener un respiro.

niña saltando - portriplepartida.blogspot.com

La verdad es que cada etapa de la infancia de tu hijo, presenta sus propios retos, cada una demanda un desgaste particular. No es nada fácil cuidar a un recién nacido, pero tampoco es sencillo lidiar a diario con los berrinches y pataletas de un niño 2 o 3 años, y más tarde con la rebeldía o malhumor de un púber.

Sí, ser mamá no es fácil, y alguna vez yo misma, cuando mis hijas mayores eran pequeñitas, me preguntaba cuando llegaría el momento en que criarlas se haría más fácil, cuándo podrían ir al baño solas, cuándo empezarían a comer por sí mismas, cuándo podrían bañarse sin ayuda. Y así pasó el tiempo y mi hija mayor ya tiene 12 años, y ahora me encuentro en las puertas de empezar otra etapa de maternidad, que según todo el mundo dice, es difícil y desesperante.

De la adolescencia no conozco nada, así que en esa etapa sí soy mamá primeriza total, pero de las etapas previas ya conozco bastante, y por eso haré aquí un recuento de los retos que se nos presentan en cada etapa de la infancia y cuándo la crianza se nos hace a las mamás un poco más fácil.

1. De 0 a 3 meses

Para mí esta fue una etapa muy dura y difícil y creo que lo es para la gran mayoría de las madres, primero, porque si eres mamá primeriza, no conoces nada de tener un bebé, segundo porque la demanda de atención de un recién nacido es 100%. Un bebé recién nacido no conoce tampoco nada del mundo exterior, y por eso le va a costar un tiempo adaptarse al mundo fuera del útero materno. Llora por leche, llora por sueño, llora por frío, llora por incomodidad por un pañal sucio, llora porque te extraña, llora, llora y llora. Si es un bebé tranquilo y dormilón, te sacaste la lotería, podrá dormir 14 a 16 horas diarias, pero si no, como a mí me pasó, gran parte de tu tiempo lo pasarás tratando de hacerlo dormir, dándole teta, paseándolo en brazos, meciéndolo, cantándole, solo para que se duerma 20 minutos y se vuelva a despertar. Esta etapa fue de locos para mí! Mis hijas no dormían más de 11 horas diarias entre el día y la noche.

2. De 3 a 12 a meses

En esta etapa, tu bebé da un gran salto de desarrollo, ya no es más un recién nacido, ya es un bebé y está encantado con descubrir lo que hay a su alrededor. Se distrae mucho mirando todo, se entretiene queriendo alcanzar objetos, tocarlos, metérselos a la boca y chuparlos, o practicando darse la vuelta para ponerse en posición de panza, y después para poderse sentar, y después para gatear, y luego para caminar. Como todo bebé, aún demanda muchos cuidados, alimentarlo, bañarlo, cambiarle el pañal, hacerlo dormir, jugar con él, cuidar que no tenga un accidente, una caída de la cama o del sofá, o que trate de treparse en las barandas de la cuna, o que cuando empiece a caminar no se vaya a tropezar y golpear con el borde de una mesa, es decir, hay que tener mil ojos encima de ellos, pero de por sí es una etapa de menos llantos y más gorjeos y carcajaditas de bebé.

3. De 12 a 24 meses

Ahora empieza la etapa de los berrinches. Desde poco antes de cumplir un año, ya tu bebé da muestras de enojarse, por ejemplo, si le quitas algo que él tenía en sus manos llora de frustración. Recuerdo que mi hija menor, a los 10 meses, se enojaba y le jalaba el pelo a quién le impidiera hacer algo que ella quería hacer. También es la etapa de tener mucho cuidado con ellos, porque son extremadamente curiosos a esta edad, y todo lo que ven en la casa es algo que quieren tocar, explorar, investigar, y como ya saben caminar, nada los detiene! Hay que estar atentos a los cajones que puedan abrir, a los muebles cerca de ventanas a los que se puedan subir. Mi hija del medio, que era bien inquieta a esta edad, tuvo un accidente alrededor de los 18 meses, cuando un día agarró la afeitadora de su papá y se rebanó un pedazo de piel del dedito índice, y tuvieron que ponerle dos puntos de sutura porque no paraba de sangrar. A esa edad también, ella jalaba un banquito de plástico hasta un repostero de la cocina, lo usaba para subirse en el repostero, luego se incorporaba y alcanzaba la puerta del estante y lo abría para sacar galletas. Ella solita! Felizmente nunca se cayó.

4. De 2 a 4 años

Esta es la etapa cumbre de las pataletas, la de "los terribles 2 años", que se prolongan hasta los 4 años. A los 2 años, el niño descubre su individualidad y también el poder del "No", entonces dirá No a las cosas que tu propongas, "Es hora de tu baño", NO!, "Ya vamos a almorzar" NO!, "Hora de ir a la cama" NO! Cumplir con las rutinas de tu peque se hace súper difícil por su negativa o resistencia a colaborar, y si insistes, pataleta segura. Es desesperante! Además muy estresante tener que lidiar con sus berrinches intempestivos, que surgen en el momento menos pensado y más inoportuno, por ejemplo, cuando estás apurada en vestirlo para dejarlo en la guardería o nido, e irte a la oficina. De pronto, dice que no quiere ponerse ese pantalón azul que escogiste, que quiere el verde, pero el verde está sucio, le explicas. Pero no quiere escuchar, solo quiere el verde, y estalla en llanto, y se tira a patalear en el suelo. Si has manejado bien el tema de las pataletas, para cuando tu hijo tenga 3 y 4 años, puede que los berrinches sean menos frecuentes, pero aún los tendrá y como ya tu hijo habla mejor, y tiene más vocabulario, los acompañará con un "Mamá mala!!", "Mamá loca!!!" o "Mamá tonta y mala!!!", etc.

5. De 5 a 6 años

A esta edad ya son muy independientes, van a baño solos, se visten solos, pueden empezar a ducharse solos también, aunque no lo harán muy bien, a las justas una jabonada en el pecho y piernas y una enjuagada. A esta edad se vuelve por eso más sencillo ir de viaje con ellos pues no necesitan tanta ayuda. Pero a esta edad como ya se sienten niños grandes, habrá situaciones en que quieran hacer cosas sin autorización, cosas tal vez temerarias sobretodo los varones. Es una edad de travesuras e indisciplina.

6. De 7 a 9 años

Esta es la edad en la que las cosas se ponen más fáciles. Tus hijos al alcanzar los 7 años se ponen más maduros. Recuerdo que mi mamá solía decir que los 7 años era "la edad del juicio". Los psicólogos dicen que a esta edad se despierta el sentido de solidaridad en los niños, que antes de los 7 suelen ser muy egocéntricos.  Entonces si tu hijo pensaba primero en sí mismo cuando era más pequeño, y asumía que tú tenías que atender sus necesidades primero que todo, en esta etapa, puede reconocer tus necesidades también, puede estar más presto a colaborar contigo en tareas domésticas o hacerte encargos. A esta edad  conocen muy bien las reglas de la casa, conocen los límites, y los aceptan sin enojarse. Saben lo que te molesta o lo que te disgusta, así que se comportarán más adecuadamente. Dependiendo de cómo lo hayas estado educando, puede empezar a tener más sentido de la responsabilidad.

7. De 10 a 11 años

Esta es la etapa de entrada a la pubertad. Tus hijos empiezan a ponerse "raros". Si antes parecía un niño tranquilo y dócil, de pronto empieza a ponerse respondón o malhumorado, y tu hija igual. O pueden ponerse indiferentes, ensimismados, o las niñas pueden ponerse sensibles, y tener episodios de llanto porque "nadie me quiere", "siempre me culpan de todo", "solo a mí me regañan". O por el contrario, pueden tener estallidos de cólera, y empezar a recriminarte por olvidar algo, por haber llegado tarde a recogerles del colegio, etc. Es la edad en la que empiezan a criticarte, a ver tus defectos, la mamá heroína que admiraban pasa a ser solo una mamá vulnerable y humana.

Hasta ahí mi recuento de las etapas de la infancia. Como ves, la edad entre los 7 y 9 años es la edad más fácil y llevadera, es cuando las cosas se estabilizan y calman, pero valga la aclaración, todo dependerá de cómo el niño sea criado y educado. Un niño criado con mucho mimo y engreimiento, difícilmente va a volverse un niño de buen carácter y educado solo porque tenga 9 años.

Mi hija de cuarto grado me cuenta de algunos compañeros suyos que lloran y hacen pataleta frente al profesor en el salón de clases!

De ahí la importancia de formar a nuestros hijos, desde su temprana infancia, en el autocontrol, en la tolerancia a la frustración, en la autonomía y en los valores. Si esto es así, podremos sentirnos luego felices de ver a nuestros pequeños hijos convertidos en niños solidarios, empáticos, respetuosos y bien educados.


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